Extraño esos momentos que no he vivido
Y la paz que se me quiere marchar
Extraño su presencia, aunque nunca la haya sentido
Extraño mucho esos recuerdos que no llegué a estrenar
Extraño todo lo que llevo conmigo
Señor mío, yo no merezco tu consuelo
Sé que mucho menos tu bondad
Pero qué más hacer cuando falta el sueño
Que rogarte como niña a su Padre
Que pedirte que tengas piedad
Me hundo y me hundo cada vez más
En esta mezcla de miel y salmuera
Mis ojos me duelen de hace mucho
Y mis manos se juntan para suplicar
Que simplemente nadie se muera
Que lo cuides a él, te lo dejo en tus manos
Que llegue sano a casa, donde lo espero
Que nos des la bendición a ambos
De sobrevivir este invierno
De poder vivir el amor que nos cargamos
Extraño a un extraño que es el amor que llevo
Esa bendición que vive en otro lado
Extraño días cercanos que se ven tan lejos
Extraño un calor que no conozco
Extraño al
causante de este sollozo que tengo atragantado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario