Se marchitó con el calor de mis lágrimas
Se me perdió entre medio de esta jungla de ánimas
de esta noche que nunca descansa
Era una flor preciosa
con pétalos amarillos y rosas
la dejé caer en la nada
Maté al pimpollo de una rosa
Asesiné a una vida hermosa
la dejé sola y desesperada