Una
lágrima agridulce
que viene luego de comer;
el que calla no discute
y nunca extraña el que se fue.
que viene luego de comer;
el que calla no discute
y nunca extraña el que se fue.
Labios muy
inútiles,
un verde
muy tranquilo
y temores
muy pueriles
de esta
psiquis en que oscilo.
Finjo que
tengo el control,
grito al
perder el volante,
luego soy
un girasol,
luego
camino errante.
Una cara
muy hinchada,
una risa
extinguida,
un click
que va a la nada
y una
mirada perdida.
Hoy es uno
de esos días
en que
extraño ese abrazo
que vive en
mis fantasías
y el olor
del ocaso.
Hoy es uno
de esos días
en que odio
cada espejo,
en que hago
poesías
o al menos
eso intento.
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